Los trabajos de cerrajería son servicios que no solemos necesitar habitualmente, sino en casos de urgencia, cuando perdemos la llave, se rompe la cerradura o encontramos cualquier problema que nos impide entrar en casa. Ante eso, podemos tener la tentación de hacer lo que parece más sencillo, como es llamar a uno de esos cerrajeros que se ofrecen en pegatinas colocadas en el portal. Sin embargo, es la peor solución que podemos adoptar, pues corremos un serio riesgo de que no hagan un mal trabajo o seamos objeto de una estafa o robo.
Es fácil advertir una verdadera nube de pegatinas de todos los colores en lugares estratégicos, como portales o cierres de tiendas, que anuncian servicios de cerrajería para cualquier apuro y en cualquier momento. En ocasiones, pueden anunciar ofertas aparentemente muy atractivas y ofrecerse como cualificados profesionales. El problema es que, realmente no suelen serlo.
Esos servicios prestados por personal no cualificado, además de ser una estafa, pueden acarrear serios desperfectos en nuestra vivienda y dejarnos sin ninguna garantía para poder reclamar posteriormente. Para evitarlo, nunca debemos utilizar esos servicios ni ningún otro sin verificar que tratamos con cerrajeros profesionales, debidamente acreditados. Solo este tipo de profesionales son los que nos proporcionarán todas las garantías y nos ofrecerán un presupuesto previo y una factura detallada.
Con todo, lo expuesto anteriormente no es lo peor que nos puede ocurrir si recurrimos a los servicios de esos supuestos cerrajeros anunciados a través de las pegatinas. Es un hecho ya comprobado por la propia Policía que, en algunas ocasiones, esconden verdaderas bandas organizadas especializadas en el asalto y robo de viviendas y locales comerciales.
Es corriente que se nos ofrezcan los servicios con irresistibles ofertas a bajo precio. Su fin es que contratemos los servicios de un falso cerrajero que, mientras repara los desperfectos en nuestra cerradura, aproveche para quedarse con una copia exacta de las llaves del local o de la vivienda. Eso es suficiente para que, después de cualquier ausencia, nos encontremos con que nos han saqueado de la manera más sencilla y sin despertar sospechas